Después de haber atravesado una mastectomía y los efectos secundarios de una quimioterapia posterior, al comenzar ahora con el proceso de reconstrucción de la mama, Sofía dice de su aspecto personal y de sí misma en general: “Después del cáncer me veo a mí misma como si fuese un cacharro, es decir, como un aparato viejo, deteriorado y que funciona mal”. 

Las reacciones emocionales que produce el cáncer sobre la persona afectada dependen, entre otras cosas, de la parte del cuerpo donde se localiza la enfermedad. 

De allí que el cáncer de mama y sus tratamientos provoquen en las mujeres afectadas respuestas emocionales generalmente asociadas con aspectos de femineidad, sexualidad, maternidad, imagen corporal e identidad femenina. La cirugía extirpa una parte o todo el seno de las pacientes, la quimioterapia puede provocar la caída del cabello, una menopausia prematura trae consecuencias como sofocos, cambios de humor, irritabilidad, ausencia de deseo y sequedad vaginal, y la radioterapia produce fatiga. Dependiendo del estilo personal de la paciente, de la gravedad de su condición, de sus recursos personales, de la disponibilidad y percepción de apoyo de su entorno, la mujer puede (o no) experimentar alteraciones importantes en su calidad de vida. 

Desde el punto de vista biológico, la función principal de la mama es producir leche y calostro durante el amamantamiento. En cuanto a la sexualidad, la mama excita al varón y su estimulación produce placer en la mujer. Es por ello, que cuando la mama se ve afectada por una enfermedad oncológica que altera su integridad, se ven perturbadas la seguridad y la confianza de los roles femenino, sexual, social y maternal, amenazando de este modo, no sólo el concepto que la paciente tiene de sí misma, sino además los vínculos que mantiene con personas significativas.

El impacto psicológico que produce el diagnóstico, tratamiento y las secuelas del cáncer de mama es enorme, y afecta a las pacientes en diferentes niveles. En el área somática, ven alterada la simetría de su cuerpo, la función reproductora y maternal. Muchas veces, esto interfiere con la continuidad o establecimiento de relaciones íntimas, especialmente en mujeres jóvenes sin pareja estable o en aquellas que mantienen relaciones que ya eran conflictivas previamente. En ocasiones surgen sentimientos de vergüenza por padecer una enfermedad oncológica y, en otras, por la ausencia de la mama debido a una mastectomía, o por los cambios sufridos en el aspecto físico (cicatrices, cambios en el volumen). La conciencia de estos cambios ocurridos en el cuerpo impide muchas veces a las pacientes mantener relaciones sociales adecuadas (por ejemplo, cuando la mujer evita determinadas situaciones sociales o laborales) y puede producir un estado de alerta continuo acerca del propio aspecto, aún en el caso de que la alteración pase desapercibida para los otros. Además, hay que destacar la gran conmoción que produce padecer una enfermedad que, potencialmente, amenaza la vida de una mujer. 

Los efectos del cáncer de mama sobre la autoestima pueden ser muy perturbadores, especialmente en aquellas mujeres que basan su autoconcepto en sus atributos físicos y que se consideran más mujeres, más bellas y atractivas y, en general, mejores personas si están “intactas” o han estado orgullosas de sus mamas.

Igualmente impactante puede ser el resultado del cáncer mamario en las relaciones de pareja y en la sexualidad. No es poco frecuente que la mujer evite o se sienta evitada en las relaciones íntimas o que aparezcan trastornos sexuales que interfieran en la relación. A menudo, indican que al no sentirse atractivas sienten además que no pueden involucrase afectivamente con una pareja. Asimismo, la relación entre ambos miembros de la pareja puede verse significativamente alterada debido a malentendidos, pobreza en el intercambio afectivo, información insuficiente y, fundamentalmente, a una comunicación precaria.

El malestar psicológico producido por los cambios en la imagen corporal de la mujer con cáncer de mama como, por ejemplo, caída temporal del cabello debido a quimioterapia y, en especial, la extirpación parcial o de toda la mama, pueden conllevar a una sensación de mutilación y de disminución de la autoestima. También a una pérdida de femineidad y atractivo sexual, alteración de la función sexual, angustia, sentimientos depresivos como desesperanza, culpa, vergüenza o miedos a la recurrencia del cáncer, al abandono y a la muerte.

Para optimizar la adaptación a los cambios, es importante jerarquizar estos aspectos desde un primer momento, teniendo como objetivo la recuperación integral (física, psicológica y social) de la paciente. Si la paciente es parte de una pareja, es un campo importante donde desarrollar la recuperación. ¿Cómo? Promoviendo la comunicación. Y así, impulsar el reajuste a una situación novedosa y parcialmente difícil. También puede significar una oportunidad de trabajar posibles dificultades en la pareja y lograr un mayor nivel de bienestar y satisfacción.

Si bien el cáncer de mama produce un complejo impacto psicológico, en aquellas pacientes que regulan de una manera más adecuada sus emociones, genera una respuesta favorable sin el desarrollo de síntomas psicológicos serios. 

El uso más habitual de la cirugía conservadora de mama y de los procedimientos reconstructivos inmediatos a una mastectomía reducen los efectos negativos de este padecimiento sobre la autoimagen y la imagen corporal. Investigaciones que se llevaron a cabo con mujeres que atravesaron la reconstrucción mamaria inmediata mostraron que se sentían más satisfechas con los resultados de las cirugías y que tenían menos complicaciones emocionales que aquellas que atravesaron solo la mastectomía, aunque conforme avanzaba el tiempo, las diferencias disminuyeron. Las pacientes que se realizaron una reconstrucción mamaria inmediata manifestaron estar menos deprimidas y angustiadas y experimentaron una menor deficiencia en su femineidad, autoestima y atractivo sexual, en relación a aquellas pacientes que postergaron o no buscaron la reconstrucción.

De todas maneras, la reconstrucción mamaria inmediata o no debería surgir de la discusión franca y abierta de las pacientes con el equipo tratante.

Es posible recomendarte entonces, algunas sugerencias para con los problemas que esta afección acarrea:

• Antes del tratamiento preguntá acerca de lo que cabe esperar para estar adecuadamente informada. Mantener una autoimagen saludable es muy importante. Esto lo lográs tomando conciencia, por un lado, del sentido que tiene la situación adversa que estás por enfrentar y, por otro, de las alternativas de solución existentes ante las dificultades que de manera secundaria puedan presentarse.

• Tratá de disminuir los momentos de angustia que se constituyen en obstáculo para un mejor afrontamiento recurriendo, si es necesario, a una ayuda especializada psicoterapéutica y/ o psicofarmacológica. 

• Compartí dudas o temores con otras mujeres que hayan atravesado experiencias similares. Existen grupos de apoyo que resultan muy beneficiosos.

• Prestá atención a tu aspecto personal ya que ello favorece un mejor estado personal, haciendo uso de la cosmética para resolver distintas cuestiones relacionadas con los tratamientos que podés atravesar como problemas de piel y la caída del cabello, mediante la utilización de maquillaje, cremas hidratantes, gel, pañuelos, turbantes, sombreros y pelucas.

• Compartí con personas de tu entorno la información del diagnóstico y el tratamiento. En el caso de que estés en pareja, es importante que puedas incluirla, desde el principio, en las visitas realizadas al médico y que permitas que pregunte sobre el tema; como así también es relevante que te pueda acompañar y ayudar durante la etapa de la cirugía y de los cuidados postquirúrgicos. En ausencia de pareja, buenos son los amigos o los familiares. 

• La continuidad de tu vida sexual puede verse favorecida por todo el acompañamiento afectivo que te hayan brindado antes y durante la etapa de la cirugía.

• Recurrir a una ayuda psicoterapéutica y /o psiquiátrica especializada por parte tuya o de tu entorno puede ayudarte a una evolución más sencilla de tu proceso de recuperación.

• Frente a la preocupación de mujeres familiares puede ser de gran utilidad una consulta médica.

Hoy en día y en función de los procedimientos quirúrgicos y psicológicos que están a tu alcance, el pronóstico de esta patología en términos de sobrevida y de calidad de vida es altamente favorable.

La imagen corporal y la autoestima comprometidas por esta enfermedad no se constituyen en una carga que necesariamente debas sobrellevar de por vida.