Menopausia y cáncer de mama

Los nuevos adelantos en materia del tratamiento del cáncer de mama han conseguido incrementar notablemente la sobrevida, aunque no siempre ocurre lo mismo con la calidad de vida. A veces ciertas terapéuticas provocan alteraciones en los ovarios que pueden llevar a la ausencia de menstruaciones, en forma transitoria o permanente, provocando (en este último caso) un estado de menopausia.

La menopausia es un evento natural en la vida de una mujer que marca la finalización del período reproductivo. Normalmente ocurre entre los 45 y 55 años de edad, cuando los ovarios producen menos estrógeno y progesterona. Así surge la aparición de signos y síntomas que pueden afectar, no sólo la calidad de vida, sino también la salud, especialmente al aparato cardiovascular y los huesos.
La menopausia inducida es aquella que no se produce de forma natural, sino que puede estar causada por algunos de los tratamientos para el cáncer de mama, como la quimioterapia. Es importante saber que no todos los fármacos quimioterapéuticos provocan este efecto; los más relacionados con la inhibición de la función ovárica son los agentes alquilantes, como la ciclofosfamida. Según tu edad y susceptibilidad individual, la menopausia inducida puede ser permanente o temporal. Mientras más joven seas al momento de recibir el tratamiento, más posibilidades existen de recuperar la función ovárica.
Síntomas más frecuentes
Tanto la menopausia natural como la inducida se presentan con los mismos síntomas. Estos varían de una mujer a otra, aparecen de manera gradual y se mantienen por un tiempo para luego ir desapareciendo. A continuación se describen algunos de ellos y su manejo:
•Falta menstrual: el déficit hormonal hace que tus períodos menstruales se vuelvan cada vez más irregulares hasta desaparecer.
•Sofocos: es el síntoma más frecuente, también llamados calores. Se caracteriza por una sensación repentina e intensa de calor en el rostro y la parte superior del cuerpo. Puede acompañarse de palpitaciones, sudoración y/o angustia. Se producen por mal funcionamiento del centro termorregulador como consecuencia de la falta de estrógenos.

Algunos consejos para sobrellevarlos mejor son:
• Tanto a la hora de armar tu cama como de vestirte hacelo en capas para sacar una prenda tras otra a medida que sientas más calor.
• Usá telas sueltas y aireadas.
• Tené agua fría a tu alcance.
• Reducí el contenido de grasa de tu alimentación.
• Evitá el estrés, el tabaco, el alcohol, la cafeína, las comidas o bebidas calientes, las duchas calientes y los ambientes calurosos.
• Existen también alternativas farmacológicas para tratarlos, consultá con tu médico cuál puede ser la más apropiada para vos.

• Inestabilidad emocional: son cambios extremos y repentinos del estado de ánimo. Podés estar feliz en un momento y furiosa o deprimida al siguiente, sin ninguna razón. Depresión, tristeza, frustración, irritación y furia son las emociones más ligadas a este fenómeno. Se deben a que las alteraciones hormonales de tu cuerpo afectan a la química de tu cerebro. Tienden a mejorar con el paso del tiempo.
• Sequedad vaginal: el déficit estrogénico hace que la mucosa vaginal se vuelva más delgada, pierda elasticidad y se lubrique menos. Por ello, es común sentir molestias o dolor durante las relaciones sexuales y ser más susceptible a las infecciones vaginales. Se recomienda usar lubricantes a base de agua y evitar irritantes como jabones o desodorantes en la zona genital.
• Disminución del deseo sexual: la ansiedad y el vértigo emocional que traen aparejados el diagnóstico de cáncer de mama, los cambios en la imagen corporal, además de los efectos del tratamiento, sumados a los síntomas de la menopausia, pueden hacer que el sexo sea lo último en lo que pienses. Esto puede dificultar tu vida conyugal, por ello es muy importante tratar el tema con el equipo médico y con tu pareja. También podés considerar unirte a un grupo de apoyo para encontrar a otras personas que compartan tus sentimientos.
• Insomnio: es un síntoma habitual de la menopausia.

Los siguientes consejos pueden ayudarte a mejorar el descanso nocturno:
• No duermas durante el día
• Date un baño tibio antes de acostarte
• Usá la cama sólo para dormir
• Acostate y levantate a la misma hora para acostumbrar a tu cuerpo a un ritmo de sueño saludable
• Mantené tu habitación oscura y tranquila para lograr el mejor descanso
• Evitá el alcohol, la cafeína y el cigarrillo
• Consultá con tu médico para que te indique cuáles son las alternativas.
También aquí entran en juego las terapias complementarias como meditación,
yoga y acupuntura.

Consecuencias de la menopausia a largo plazo y terapia de reemplazo hormonal
La falta de estrógenos que produce la menopausia conlleva cambios en los niveles de colesterol y produce una pérdida del depósito de calcio en tus huesos, lo cual condiciona a un mayor riesgo de osteoporosis y enfermedades cardiovasculares (aterosclerosis, infarto y accidente cerebrovascular). Por ello, es necesario enfatizar la prevención de estas enfermedades a través del control periódico de la presión arterial y el colesterol, no fumar, hacer ejercicio regularmente y tener una alimentación adecuada.
Si bien el tratamiento de reemplazo hormonal ayuda considerablemente a mejorar los síntomas y disminuir el riesgo de osteoporosis, los estudios han demostrado que su administración en pacientes que han padecido cáncer de mama puede aumentar el riesgo de recidiva o bien determinar la aparición de un nuevo cáncer de mama. Por esta razón, actualmente no se la considera una buena alternativa.