
La neutropenia es un momento de especial atención en el cuidado del manejo de los alimentos y su consumo. Tanto el cáncer como el tratamiento pueden debilitar el sistema inmune ya que alteran las células que nos protegen de las enfermedades y los organismos nocivos.
Se llama neutropenia a los niveles anormalmente bajos de glóbulos blancos llamados neutrófilos, principal defensa del organismo contra las infecciones. Como resultado, estás más expuesta a infecciones, sustancias extrañas y enfermedades. Es por eso que, mientras te encuentres en neutropenia, deberías tomar mayores recaudos a la hora de comer y preparar los alimentos.

¿Qué alimentos evitar?
• Las carnes de todo tipo tanto crudas como poco cocidas. Por ejemplo, el sushi.
• Carnes curadas como el jamón crudo.
• Los huevos poco cocidos como en una tortilla babé o un omelette.
• Salchichas y otros embutidos que no hayan sido pasteurizados.
• Carnes y pescados ahumados.
• Quesos no pasteurizados y estacionados como el brie, el camembert, el queso azul.
• Verduras y frutas crudas.
• Brotes de verduras como los de soja o de arvejas.
• Miel no pasteurizada.
• Levadura de cerveza cruda.
• Mayonesa casera.

Cuando el sistema inmune está debilitado, debés tener especial cuidado al comprar, preparar y almacenar los alimentos, lo que permitirá reducir el riesgo de exposición a las bacterias y otros organismos. Seguí las siguientes indicaciones:
• Evitá comer en restaurantes o puestos callejeros.
• Controlá las fechas de vencimiento de los alimentos y no consumas un alimento que está pasado de dicha fecha.
• Descartá las latas hinchadas, abolladas u oxidadas.
• Lavate las manos con agua tibia y jabón durante 20 segundos antes y después de manipular los alimentos, y antes de sentarte a la mesa.
• Descongelá las carnes de todo tipo en la heladera, en recipientes con bordes para que no derramen sus jugos sobre otros alimentos, evitando así el riesgo de contaminación cruzada.
• Lavá las verduras y frutas con agua de la canilla.
• Lavá la superficie de las tapas o potes de alimentos con agua tibia y detergente antes de guardarlo en la heladera o antes de utilizarlas en el caso de las latas.
• Llevá a la heladera todos los restos de alimentos dentro de 2 horas de la cocción y comelos dentro de las 24 horas.
• Mantené la temperatura de alimentos calientes y fríos.
• Usá una cuchara diferente cada vez que pruebes lo que estás cocinando.
• Cambiá los repasadores diariamente.
• Lavá las mesadas con agua y detergente.
• Colocá el trapo rejilla en agua con lavandina todas las noches.
• Reemplazá la esponja al menos una vez al mes.
• Mantené la heladera limpia, higienizándola semanalmente con una solución de 10 partes de agua y 1 parte de lavandina.
• Comprá solamente productos envasados y no sueltos.
Con estas recomendaciones disminuirás el riesgo de experimentar alguna enfermedad transmitida por alimentos.

Mucositis – inflamación y lesiones en la boca y garganta
La mucositis es la inflamación en la boca y/o garganta siendo el dolor el primer síntoma, pudiendo provocar dificultad en la ingesta de alimentos y líquidos, o en el habla. Se manifiesta a través de pequeñas ulceraciones o llagas. Además, si el sistema inmune está deprimido, se puede sufrir de infecciones por hongos, empeorando el dolor.
La mucositis puede ser causada por la quimioterapia, la radioterapia y/o las terapias dirigidas.
¿Qué medidas tomar?
• Evitá los alimentos muy condimentados y bebidas ácidas o calientes.
• Los lácteos pueden ayudar a aliviar las zonas afectadas.
• Hacé regularmente buches con bicarbonato de sodio para mantener la boca limpia.
• No uses enjuagues bucales con alcohol.
• Preferí un cepillo de dientes de cerdas suaves para higienizarte la boca después de cada comida.
• Evitá el alcohol por completo ya que puede empeorar la irritación.
• Consultá con tu médico quien te puede recetar algún tópico para aliviar el dolor.
