Mucho se ha investigado sobre qué alimentos ayudan a combatir el cáncer. Obviamente que el consumo de los mismos debe hacerse dentro del contexto de una alimentación saludable y un estilo de vida que colabore con la disminución de los factores de riesgo relacionados como fumar, sedentarismo, sobrepeso, entre otros. 

Según Colleen Doyle, director de nutrición y actividad física de la Sociedad Americana de Cáncer, no existe un alimento que por sí solo reduzca el riesgo de enfermedad, pero es la sinergia entre varios nutrientes –vitaminas, minerales, fitonutrientes y antioxidantes– lo que brinda protección. 

¿Cuáles son? 

 

• Pescados grasos: por el contenido de Omega 3. Se recomienda el consumo de 300 gr. de pescados grasos por semana para poder obtener la cantidad recomendada de Omega 3. 

• Vegetales de hojas verdes oscuras: por ser ricas en folatos que protegen el ADN -su cambio (mutación) puede ser el punto de partida del cáncer- y de carotenoides, poderosos antioxidantes que controlan el crecimiento celular. Algunos de ellos son: lechuga en todas sus variedades, rúcula, espinaca, hojas de remolacha, acelga, entre otras. 

• Uvas: en especial las rojas, por la presencia de resveretrol, fitonutriente con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que pueden ayudar a prevenir el crecimiento de las células cancerígenas. 

• Frutos rojos: arándanos, frambuesas, grosellas, por el contenido de compuestos antioxidantes como polifenoles que reducen y reparan el daño a las células, además de ser ricas en vitamina C. 

• Tomates: por su contenido en licopeno, antioxidante que protege contra el daño celular y puede ayudar a detener el crecimiento de aquellas células que no están creciendo correctamente. Los tomates cocidos contienen más licopeno que los frescos. 

• Coles: como repollo, brócoli, coliflor y repollitos de Bruselas. Contienen sustancias que protegen del cáncer como los glucosinolatos e índoles, además de sulfurafano, sustancia que colabora con la eliminación de los carcinógenos e inhibición del crecimiento de células cancerígenas. 

• Ajo: contiene antioxidantes que intervendrían en varios pasos del proceso del cáncer. 

• Té verde: tanto el té negro como el verde contienen compuestos activos, incluyendo los flavonoides y los polifenoles, ambos potentes antioxidantes. Las catequinas, ubicadas dentro de los flavonoides, presentan propiedades anticancerígenas. El té es la mayor fuente de dicho fitonutriente (el té verde es tres veces más rico en este nutriente que el té negro). 

• Semillas de lino: estas pequeñas semillas contienen lignanos, antioxidantes que favorecen la eliminación de los carcinógenos, además de Omega 3, que reducen la inflamación y favorecen el sistema inmune. 

• Legumbres: como lentejas, arvejas, garbanzos y porotos ya que contienen fitonutrientes naturales donde se incluyen las saponinas y ácido fítico que estudios de laboratorio sugieren que pueden ayudar a prevenir la reproducción de células cancerígenas.