
Los grandes avances conseguidos en biología molecular permitieron a los científicos llegar hasta las raíces moleculares de la enfermedad y así aprender mejor cómo atacarla. Así, en la actualidad se sabe que hay personas que presentan la misma patología pero que requieren tratamientos distintos, debido a las características genéticas de su tumor.
El advenimiento de las terapias dirigidas permitió un enorme salto en el tratamiento del cáncer; estas drogas lograron inhibir el crecimiento y la diseminación del cáncer interfiriendo con moléculas específicas. A diferencia de la quimioterapia, que destruye tanto células cancerosas como células sanas, las terapias dirigidas se focalizan en objetivos específicos asociados al cáncer.16
Actúan sobre los cambios que promueven el crecimiento, la división y diseminación de las células cancerosas, de varias formas: ayudando a que el sistema inmunitario las destruya; deteniendo su crecimiento; interrumpiendo las señales que ayudan a la formación de vasos sanguíneos; llevando hasta ellas sustancias destructoras; causando su muerte o evitando que reciban las hormonas que necesitan para crecer.
Entre las terapias dirigidas para el cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP) se encuentran las inmunoterapias, los medicamentos para mutaciones específicas (por ejemplo, la translocación ALK) y otros.

Anticuerpos monoclonales:
Anticuerpos que identifican sustancias en las células cancerosas, o sustancias normales de la sangre o los tejidos que ayudan al crecimiento de las células cancerosas. Los anticuerpos se adhieren a las sustancias y destruyen las células cancerosas, bloquean su crecimiento o impiden que se diseminen.

