28 de agosto de 2018

Big Data y el futuro de la información en la salud

En la era del Big Data, la ventaja de disponer de mucha información es tan importante como el desafío de poder analizarla. Del colosal volumen de datos clínicos, biológicos, biomarcadores, información genética y otros datos, pueden surgir respuestas que contribuyan al descubrimiento de fármacos, a la toma de decisiones y a la optimización del uso de recursos dedicados a la atención médica, entre otras posibilidades. Big Data es hoy una realidad ya que existe una enorme cantidad, velocidad y diversidad de datos que se generan a diario en relación a la salud.

 

Un informe de McKinsey titulado “The ‘big data’ revolution in healthcare: Accelerating value and innovation”, de 2013[1], ya anticipaba esta realidad. Sostenía el nacimiento de una era de información abierta en salud en los EE.UU., luego de una década de digitalizar historias clínicas, período en el que las compañías farmacéuticas y otras organizaciones sumaron años de datos sobre investigación y desarrollo en bases de datos electrónicas, mientras que el gobierno y otros organismos públicos se encaminaban hacia la transparencia de la información.

 

Desde soluciones para proveer cuidados de mejor calidad hasta búsqueda de tratamientos más eficaces para cada paciente, la minería de datos, es decir, el procesamiento del Big Data es esencial para comprender lo que la información dice, y para ello es fundamental contar con herramientas capaces de responder a las necesidades de los investigadores.

Los sistemas de salud deben realizar cambios sustanciales que permitan obtener los datos a procesar, garantizando la privacidad de los pacientes y la protección de la información. Se trata de un delicado equilibrio que requiere inversión, innovación y transformaciones importantes, a fin de obtener resultados que beneficien a pacientes y al sistema de salud en general.

Herramientas de análisis
 

En Roche, invertimos una atención especial en el diseño de sistemas que nos permitan extraer información de los datos, compartirla dentro de los equipos de proyecto y arribar a conocimientos significativos que impulsen el proceso de descubrimiento de fármacos.

 

Los datos sobre pacientes y medicamentos se obtienen a partir de fuentes muy diversas: diagnósticos, pruebas de laboratorio, historias clínicas electrónicas, ensayos clínicos, datos genómicos, médicos y los propios pacientes. Este ecosistema de datos requiere un alto nivel de coordinación, estandarización y análisis, que depende de la colaboración entre empresas farmacéuticas y tecnológicas.

 

Las respuestas están ocultas en la enorme cantidad de información sobre salud. Encontrarlas es una de las misiones de Roche. Nuestra estrecha colaboración con Foundation Medicine, líder en perfilado genómico integral de tumores, y con Flatiron Health, que suministra y selecciona datos de historias clínicas electrónicas, fortalece nuestra capacidad de ofrecer una mejor atención a los pacientes, combinando datos de ensayos clínicos y del mundo real. La alianza con GNS, que recopila datos de ensayos clínicos (genomas, perfiles moleculares, valores de análisis y otros datos) y los transforma en modelos informáticos, puede llevar a nuevos tratamientos de precisión, que beneficien a los pacientes y contribuyan a un uso eficiente de los recursos de los sistemas de salud.

AR/NONP/1808/0031

[1] McKinsey. Disponible en:

 https://www.mckinsey.com/~/media/mckinsey/industries/healthcare%20systems%20and%20services
/our%20insights/the%20big%20data%20revolution%20in%20us%20health%20care/the_big_data_revolution_in_healthcare.ashx

Último acceso: julio 2018