
Durante la pandemia de coronavirus, permanecer conectados es una de las principales estrategias para afrontar los desafíos ante los que esta situación nos enfrenta. Cuando la distancia física es indispensable, estar acompañados y “cerca” a través de medios digitales, es una llave para proteger la salud y la calidad de vida.
Para las personas con Esclerosis Múltiple, todas las conexiones cuentan. Es por eso que el lema del Día Mundial de la Esclerosis Múltiple 2020, “Conexiones”, sintetiza lo que los pacientes necesitan: que nadie tenga que enfrentarse en soledad a la esclerosis múltiple.
Esta enfermedad neurodegenerativa, que se manifiesta con la pérdida de conexiones nerviosas y discapacidad, produce muchas veces el sentimiento de soledad y aislamiento social. El doctor Jorge Correale, jefe de Neuroinmunología y Enfermedades Desmielinizantes de FLENI, comentó que “la pandemia por COVID-19 es una extrema circunstancia de aislamiento para la sociedad en su totalidad, que se acentúa aún más en toda patología crónica. A esto debe sumarse que el aislamiento condiciona continuar no sólo con los vínculos personales habituales, sino también con todas aquellas prácticas asociadas a la rehabilitación de la persona con esclerosis múltiple tanto físicas, como psicológicas. Las posibilidades de contagio limitan la asistencia a los centros de rehabilitación, lo cual representa no sólo una pérdida en lo físico, sino también en las interacciones personales con otras personas en situaciones similares, ya que muchas veces los centros de rehabilitación son centros de encuentros, donde se gestan amistades y hasta proyectos en común.”
El doctor Correale, quien además es Vice-presidente del Comité Médico y Científico de la Federación Internacional de Sociedades de Esclerosis Multiple (MSIF), destacó que “de manera similar la pandemia condiciona el funcionamiento de los grupos de apoyo para pacientes y familiares, y obviamente la asistencia psicológica que muchos pacientes requieren. Estos dos últimos problemas pueden también mitigarse a través de métodos virtuales, sin duda en mi opinión no reemplazan al contacto físico más cercano, pero pueden resultar en una solución al menos temporaria”. El especialista concluyó que “la pandemia por COVID-19 debe enfrentarse con respeto por la posibilidad del contagio, pero no con terror. El terror paraliza, y esa parálisis en la acción hace que los pacientes lleguen en ocasiones tarde a la consulta con síntomas que se tratan tarde y por lo tanto se tornan irreversibles”.
Desde Roche nos sumamos a la campaña de la MSIF para derribar las barreras sociales que hacen que las personas con Esclerosis Múltiple se sientan solas y socialmente aisladas; y reforzamos nuestro compromiso con los pacientes y sus familias para acompañarlos y escucharlos. Y así poder construir conexiones únicas para mejorar su atención y su calidad de vida.
Yo Conecto. Nosotros Conectamos.
Agradecemos al Dr. Jorge Correale (MN 63.902)