5 de abril de 2018
¿Los glóbulos blancos se enferman?



El cuerpo humano cuenta con la protección de los glóbulos blancos (leucocitos), células de la sangre que forman parte del sistema inmune y que defienden al organismo de infecciones y otras amenazas externas. Sin embargo, los glóbulos blancos también se pueden enfermar, aunque muchas veces no presentan síntoma alguno. Por esta razón, los análisis de sangre de rutina son fundamentales para detectar alteraciones que requieren tratamiento.
Los glóbulos blancos se producen en la médula ósea y se dividen en varios tipos, entre los que se encuentran los linfocitos. El número de glóbulos blancos y su distribución puede indicar desde infecciones, inflamaciones y alergias hasta cáncer de la sangre. Este último caso es el de la leucemia linfocítica crónica (LLC), el tipo de leucemia más común en el mundo occidental[1]. La forma habitual de descubrir que un paciente tiene LLC en los países desarrollados es mediante un análisis de sangre de rutina, donde se detecta un aumento anormal del número de linfocitos.

Definiendo la LLC[2]
La leucemia linfocítica crónica (LLC) es un tipo de cáncer que se origina en células que luego se convertirán en linfocitos en la médula ósea. Las células leucémicas se dividen para formar nuevas células más rápido de lo normal, y en lugar de morir, se acumulan en la médula ósea desplazando a las células normales.
Las células cancerosas suelen ingresar al torrente sanguíneo, causando un aumento en el número de glóbulos blancos en la sangre. Es entonces cuando las células leucémicas pueden propagarse a otros órganos e impedir su normal funcionamiento.
¿A quiénes afecta? Principalmente a hombres, con una edad media de diagnóstico de 70 años aproximadamente, en regiones como los EE.UU., Europa y Australia. Un cuarto de los pacientes con leucemia linfocítica crónica tienen menos de 65 años de edad.
La leucemia linfocítica crónica puede no presentar síntomas durante años. En muchos casos no requiere tratamiento, lo que implica un cuidadoso seguimiento médico para determinar el curso de acción a través del tiempo. Se trata de un tipo de cáncer de la sangre muy heterogéneo: si bien puede presentarse con lenta o ninguna progresión (sin necesidad de ser tratado), en algunos casos progresa muy rápidamente y necesita atención inmediata. En estos casos, el tratamiento consiste en quimioterapia, terapias dirigidas y, eventualmente, trasplante de células de la médula ósea.
Roche trabaja desde hace más de 20 años en el desarrollo de medicamentos que redefinieron el tratamiento de enfermedades de la sangre. A pesar de los importantes avances, que permitieron que los pacientes puedan controlar la LLC a largo plazo y sin necesidad de tratamiento adicional, aún no existe cura para esta enfermedad. Por eso, la compañía continúa investigando con el fin de lograr que los pacientes con leucemia linfocítica crónica cuenten con más opciones de tratamiento.

AR/AVAO/1805/0001
[1] Chronic lymphocytic leukemia. Union for International Cancer Control. 2014 Review of Cancer Medicines on the WHO List of Essential Medicines. Disponible en: http://www.who.int/selection_medicines/committees/expert/20/applications/CLL.pdf?ua=1 Último acceso: marzo 2018
[2] American Cancer Society. Disponible en: https://www.cancer.org/es/cancer/leucemia-linfocitica-cronica/acerca/que-es-leucemia-linfocitica-cronica.html Último acceso: marzo 2018