La pandemia, con todos sus desafíos, dejó en evidencia la urgencia de un modelo colaborativo, digital y personalizado de atención a la salud. El Día Mundial de la Salud nos invita a reflexionar sobre los esfuerzos, avances y labores realizados ante esta necesidad como así también sobre aquellos cambios que aún nos quedan por alcanzar en la búsqueda de la sostenibilidad de nuestros sistemas sanitarios.

 

Uno de los aprendizajes más valiosos obtenidos este último año es que la suma de esfuerzos es imprescindible para transformar los sistemas de salud. En el caso de la pandemia, el aporte de la ciencia fue clave para avanzar en la creación de vacunas, pruebas de diagnóstico y tratamientos contra esta enfermedad. La comunidad médica, por su parte, estuvo desde el comienzo en la primera línea de batalla contra un virus desconocido. No obstante, el mayor logro fue la unión de todos los actores del sistema de salud para articular estrategias en todos los niveles de atención, con alianzas entre los sectores público y privado en busca de soluciones, con políticas integrales para dar respuesta a un problema de salud. 

 

La colaboración es y siempre ha sido el modo de trabajo de nuestra compañía, mediante acuerdos con instituciones públicas y privadas para avanzar en el desarrollo de innovaciones que lleguen a más pacientes. El reciente convenio que firmamos con Fundación Garrahan, para la creación de un centro piloto de excelencia de oncología de precisión pediátrica, es un ejemplo de ello. Otro es Nexus, la plataforma digital que desarrollamos para implementar Acuerdos Comerciales Personalizados (ACP) y que nos permitirá estar más cerca de nuestros clientes.

 

Asimismo, el COVID-19 hizo evidente la necesidad de desarrollar la salud digital para lograr una atención sanitaria sostenible y de calidad, y se demostró la importancia de obtener y procesar datos para tomar decisiones oportunas. Desde Roche apoyamos la transformación de la salud mediante la provisión de herramientas digitales y de telemedicina, la capacitación y el fortalecimiento de la infraestructura digital en la atención médica. 

 

La crisis sanitaria mundial aceleró los cambios, y ese impulso sigue siendo más necesario que nunca, no sólo para superar los desafíos de la pandemia, sino también para enfrentar los que vendrán. La carga del cáncer y otras enfermedades no transmisibles continúa creciendo, y para que más pacientes puedan beneficiarse de la medicina personalizada es preciso profundizar la adaptación de los sistemas de salud. Para eso necesitamos seguir trabajando unidos. 

Tenemos el compromiso de contribuir a minimizar el impacto del COVID-19 en los pacientes, en el sistema de salud y en la sociedad, y seguiremos trabajando por nuestro propósito de lograr mejores resultados para más pacientes más rápido. Juntos, transformamos vidas.

 

 

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