8 de febrero de 2016 · Roche Stories

 

Innovaciones de Roche en el siglo XXI que cambiaron la historia del cáncer

Existen enfermedades que están cambiando su definición gracias al aporte de la biotecnología, la investigación y el profundo conocimiento de la biología molecular. Y si en el pasado un diagnóstico de cáncer representaba fatalidad inevitable, en muchos casos en el presente es el comienzo de una enfermedad ardua, compleja, pero no mortal, sino crónica. Hay posibilidades donde antes había resignación. Hay opciones terapéuticas.

Roche ha sido protagonista de muchos de estos logros, ya que combinó su experiencia en Diagnóstico y Farmacéutica con su fortaleza en biotecnología para desarrollar soluciones innovadoras, que apuntan a la medicina personalizada. La integración total con Genentech, pionero en biotecnología en el mundo, permitió expandir las posibilidades de desarrollo al acceder a las más avanzadas herramientas de secuenciación del genoma y diagnóstico histológico.

Fue así que la compañía se abocó a buscar la raíz molecular de las enfermedades, y desarrolló métodos de diagnóstico específicos a la vez que investigó drogas que actuaran sólo sobre el blanco molecular, lo que se denomina terapias dirigidas. Como resultado, muchas enfermedades pueden detectarse antes y tratarse más específicamente, con mejor pronóstico para el paciente.


Algunos ejemplos

Cuando en 2004 Roche lanzó el primer agente antiangiogénico, bevacizumab, abrió la puerta a una nueva clase de drogas cuyo mecanismo evita el crecimiento del tumor, al impedir la formación de nuevos vasos sanguíneos en las células enfermas. Comenzó con una indicación en cáncer colorrectal metastásico, y sus indicaciones se fueron multiplicando. A su vez llegó al mercado erlotinib, otra nueva clase de drogas para el cáncer de pulmón de células no pequeñas y otros. Esta medicación actúa sobre el receptor de factor de crecimiento epidérmico (EGFR), una proteína que ayuda a las células tumorales a crecer y a dividirse.

En cáncer de mama, la compañía desarrolló trastuzumab, y más recientemente pertuzumab y trastuzumab emtansina- TDM1, tratamientos para el cáncer de mama HER2-positivo, la forma más agresiva de la enfermedad y presente en uno de cada cinco casos. Las terapias dirigidas a HER2 lograron inclusive la cronificación de la enfermedad.

La perspectiva para tratar el cáncer de piel cambió cuando en 2011 se lanzó vemurafenib, la primera medicina específica para pacientes con melanoma y mutación genética BRAF V600. Un test permite detectar rápidamente si el paciente tiene dicha mutación y si se beneficiará o no del tratamiento.

Y en cáncer de cuello de útero, Roche lanzó el primer test de virus de papiloma humano (HPV) para su detección, una innovación que le valió Premio Galien 2013 como mejor test diagnóstico.

La empresa continúa investigando nuevas alternativas diagnósticas y terapéuticas para que las personas con cáncer cuenten con opciones eficaces que les permitan el manejo de la enfermedad y una buena calidad de vida.